El Hada de la Compasión cuida a una bandada agitada de aves acuclilladas, manteniendo protegidos sobre sus pies sus pequeños y frágiles huevos, y envolviendo en un aura cálida de amor y bondad la angustia de sus corazones abatidos. Las aves agradecidas devuelven el gesto de cariño acurrucándose junto a ella en un esfuerzo por mantenerla al abrigo de los fríos vientos. La compasión nace del espíritu con la empatía de instinto protector de los progenitores y adopta muchas formas, incluso si únicamente se muestra susurrando una palabra comprensiva. Todos tenemos compasión y deberíamos usarla no solo para ayudar a los necesitados sino también para solucionar conflictos mirando a través de los ojos del otro, hallando puntos en común y quizá cediendo en asuntos para los que no deberíamos ser inflexibles, ya que son únicamente cuestión de orgullo.
El Hada de la Compasión quiere que comprendas que en la compasión hay muchísima energía positiva, empezando por el plano superior al que te elevas cuando la muestras y terminando por el poderoso efecto que tiene en quienes la ven en ti. Por muy difícil o catastrófica que sea tu vida, la situación que atraviesas o tus problemas, nada debería disminuir tu capacidad para sentir compasión o impedirte sentir la dicha de brindarla.