El Hada de la Iluminación está rodeada por luciérnagas que brillan intermitentemente revoloteando por el cielo nocturno, pero se la ve centrada en una en particular; se trata de ver primero <<la perspectiva general de las cosas>> y luego observar los pequeños detalles conforme se reflexiona sobre el significado de todo lo que se ve en el esquema general de la existencia.
La luciérnaga es un símbolo de iluminación, inspiración, despertar y realización. Todo esto rinde homenaje a los elementos que integran la iluminación, que va más allá de la simple naturaleza física de las cosas y penetra también en el plano espiritual. No es simplemente la fisionomía de la luciérnaga o cómo su luz se enciende y se apaga, sino también lo que su presencia en la naturaleza hace para beneficiar a tu presencia y lo que tú haces por ella. La cara de esta hada no está solo iluminada por la luz, sino resplandeciente de gozo interior. Las luciérnagas van de un lado a otro constantemente; sin embargo, ella permanece fascinada en su estado de quietud, en paz con el momento.
En la distancia se puede ver una casa, un recordatorio del confort y la seguridad mientras nos hallamos en el proceso de conectar lo físico con lo espiritual. Las estrellas del vestido del hada representan la orientación celestial para recordarte que existen muchos caminos para llegar a esa iluminación. El Hada de la Iluminación sabe que debe buscar y tener paciencia, que igual que la sabiduría, la iluminación llega en su momento y con el paso del tiempo.