El Hada de la Fuerza tiene una postura grácil, con la mano sobre el corazón, que representa la fuente de su fuerza interior. De ahí saca energía para mantener su capacidad de aguantar, crecer, superar y seguir adelante.
Nadie le ha dado su fuerza ni tampoco nació con ella, sino que la descubrió y alimentó en su espíritu. Con el tiempo se volvió más fuerte. Puedes ver en su rostro que ha soportado dificultades y ha salido adelante confiada con una mayor vitalidad tras cada obstáculo y escollo que ha superado.
No se ve amargura en ella; asumir o no una actitud amarga es una elección a la se enfrentó hace mucho tiempo, y se decidió por no tenerla. Al Hada de la Fuerza le gustaría que recordaras que con cada batalla, grande o pequeña, tu fuerza interior crece.