El Hada del Espíritu está hecha de energías de movimiento y luz. Su ser gravita hacia la naturaleza infinita de todo lo positivo. Nunca malgasta energía en la naturaleza perjudicial de lo negativo. Está siempre cambiando y siempre motivada, vibrando con el ritmo de las maravillosas posibilidades de la vida. El Hada del Espíritu nunca se cansa, y su viaje hacia la iluminación es constantemente satisfactorio. Extiende los brazos hacia el exterior para recordarte que el espíritu lo abarca todo, y constituye una parte vital de nuestra salud mental y física. Es tan compasiva como apasionada, siempre dando vida en lugar de verla pasar a su lado.
Nadie puede forjar cadenas lo bastante fuertes para encadenar tu propio espíritu, pero con mucha frecuencia es posible sujetarlo con los lazos de tu propio miedo e inseguridad. El Hada del Espíritu quiere que sepas que nada de lo que has hecho en el pasado debería obstaculizar tus acciones a partir de ahora. No puedes hacer más que aceptar y aprender de tu pasado inalterable. Sigue adelante pero mejor preparado.