El Hada del Futuro contempla su reflejo en un estanque. El ser que se refleja en el agua cristalina es su ser futuro, ser que está creando ante sus ojos. Está encantada con el agua a veces parece clara y a veces fangosa, lo mismo que el futuro y el destino que le señala. En medio de la claridad y de la oscuridad, esta hada sabe que puede hacer real esa visión que tiene de lo que le depara la vida. Puede ver a través de las profundidades y capas del tiempo; todo depende de lo lejos que esté dispuesta a escudriñar. Tras ella hay un velo de follaje, un recordatorio de que hay que mirar adelante en lugar de vivir en el pasado. El Hada del Futuro quiere que sepas que tu destino no está tan predestinado como podrías pensar; muchas cosas afectan a lo que te aguarda.
Quizá tu futuro no sea enteramente lo que deseas, porque intervienen factores que no puedes controlar, pero cuanto más te implicas en crearlo más aumentan las posibilidades de disfrutar tu vida plenamente. Una embarcación flotando en el mar a merced de las corrientes llegará un momento en que terminará tocando tierra en algún lugar. Sin embargo, si alzas una vela, arrancas un motor y te haces cargo del timón, aunque solo sea un momento, la embarcación podrá moverse hacia otro puerto que sea más de tu agrado, o tal vez incluso a un lugar completamente distinto. No dejes siempre que la vida te lleve. Hazte cargo de forma realista y toma en tus manos los que el control de tu futuro, no importa los obstáculos a tengas que enfrentarte.